Después de nuestra última reunión en mayo de 2019 con la antigua directora de carreteras, María Consolación Pérez Esteban, no habíamos vuelto a tener noticias de la Consejería de Transporte a pesar de que se comprometió a que la consejera, en aquel entonces Rosalía Gonzalo, nos recibiría en el plazo de un mes para tratar la situación de la avenida de los Rosales. Después de las elecciones hubo cambios: la anterior directora pasó a ser viceconsejera, y la responsabilidad de la Consejería recayó en Ángel Garrido.
Hay que recordar que Ciudadanos, partido que gobierna en coalición con el PP tanto en el Ayuntamiento como en la Comunidad, había llevado el problema de la avenida de los Rosales en varias ocasiones al pleno de la Junta Municipal y que incluso aparecía como promesa para Villaverde de Begoña Villacís. Por todo ello, pensábamos que el hecho de que Villaverde tuviera una concejala de Ciudadanos y que el consejero de Transporte también fuera del mismo partido iba a facilitar una solución a un problema que solo se puede solucionar con un acuerdo político de las dos Administraciones.
Pues este hecho, en lugar de facilitar las cosas, parece haberlas complicado. Por un lado, hemos estado más de un año enviando escritos a la Consejería para obtener una reunión sin ningún éxito, y por otro, una vez que conseguimos ser atendidos por el nuevo director general de Carreteras, Francisco Javier Abajo Dávila, el pasado 23 de septiembre, resulta que ni siquiera conocía la problemática de nuestro barrio.
La disposición del nuevo director fue muy buena en todo momento, pero nos confirmó que la propuesta realizada por el Ayuntamiento para construir un cruce semaforizado con la calle Hulla no cumplía con los criterios técnicos de la Comunidad y que había sido rechazada, debiéndose esperar a la compactación de la subestación eléctrica para disponer de un suelo que permita construir una rotonda que ejecutaría el Ayuntamiento de Madrid, aunque la propiedad continuará en manos de la Consejería de Transporte.
Nosotros insistimos en que la única solución para poder desbloquear el tema es la cesión de la carretera al Ayuntamiento, algo en lo que coincidía el director general, aunque no era conocedor de la histórica reivindicación y la posición del Ayuntamiento con este asunto, que se niega a asumir la cesión sin un acondicionamiento previo de la vía.
Desde la asociación recordamos que llevamos 15 años esperando el desmantelamiento de los cables de alta tensión y la compactación de la subestación eléctrica y que no podíamos confiar en esa situación, que además implicaría la modificación del Plan General de Ordenación Urbana, ya que el suelo de la subestación que quedaría disponible para la rotonda es una zona verde.
La solución solo pasa por avanzar en la cesión de la vía y en la modificación urbanística en paralelo al desmantelamiento de la subestación.
Volvimos a explicarle que, a estas alturas, haría falta que alguien con decisión política, y no técnica, se tomara en serio el poder hacer un convenio de cesión donde las dos Administraciones pongan de su parte para que la adaptación de la carretera como vía urbana se produzca lo antes posible y los vecinos podamos contar con un acceso necesario y una mayor seguridad vial, ya que no solo se están produciendo accidentes con víctimas, sino que también esto provoca un bloqueo en las entradas y salidas al barrio en cuanto sucede el más mínimo incidente. Igualmente a los vecinos de Perales del Río, ya que esta carretera es su vía más importante de comunicación.
El director nos confirmó que haría todas las gestiones y averiguaciones necesarias para ver en qué punto se encontraba el tema, y nos comunicó que en seis meses se volvería a reunir con nosotros para informarnos sobre ello. Mientras tanto, solicitamos reforzar la seguridad de la carretera con más cartelería y la instalación de bolardos en todo el carril que se desdobla hacia la rampa de subida a la A4, algo a lo que ya se había comprometido la anterior directora general y que nunca llegó a cumplirse.
AVIB