La Policía Municipal está dificultando el regreso de la prostitución al polígono Marconi de Villaverde. Los agentes están sancionando a las meretrices y a los clientes que
desde el pasado fin de semana pasada han regresado a esa zona
industrial del sur de la capital con la entrada en la región de la Fase 2
de la desescalada. El Ayuntamiento de Madrid aclara que se ha
reactivado la actividad que la Policía Municipal realizaba en la zona
antes del estado de alarma. «Se ha constatado que el movimiento ha
empezado a crecer y se multa a los clientes y la captación de clientes»,
señala un portavoz municipal.
Con todo, a lo largo de los últimos cinco días los agentes han sancionado a más de una veintena de mujeres y clientes. Uno de ellos fue además multado por estar con una meretriz cercana a una zona infantil de un hotel del polígono.
América, una prostituta venezolana de 33 años, es de las pocas mujeres que no sale disparada o que se molesta al ver una cámara fotográfica. «La Policía pasa pero lo normal es que no nos multe. No tengo otra cosa de la que vivir. Me dedico a esto y este mi trabajo», explicó la mujer con el torso desnudo y sin mascarilla de protección. «El problema es que ahora es más complicado encontrar clientes», reconoce la mujer.
La mayoría de las meretrices se concentran en lo que se conoce como el Gato, cercana a un hotel. Allí se ubican en diferentes avenidas dependiendo de las nacionalidades, según Alberto, trabajador de los muchos talleres de coches del área.
«Hay muchas que van por su cuenta pero también hay otras que tienen sus chulos y que son las que suelen salir más tarde», cuenta Emilio, vigilante de seguridad de una fábrica de la zona.
Durante casi tres meses los vecinos han vivido con sosiego y reconocen ahora que las prostitutas han vuelto. «La meretrices no están en Marconi, donde se concentran es en el polígono El Gato.
Estamos cansados de que a Marconi se le vincule con la prostitución», señalan desde la Asociación de Vecinos del barrio. «Aquí se hacen un montón de actividades e iniciativas y siempre sale lo malo», agregaron. «Si nos multan a nosotros por estar en la calle sin justificar cómo no las van a multar a ellas», relata otra vecina que reside en un bloque situados a dos kilómetros del polígono.
El Ayuntamiento de Madrid aprobó a finales del año pasado la instalación de las cámaras de vídeo vigilancia en el polígono de Marconi como herramienta para reducir la conflictividad así como para impulsar la revitalización de la zona.
La Asociación de empresarios de Vicálvaro y la Unión de Nuevos Empresarios de Villaverde fueron los impulsores de la medida. También era una histórica reivindicación de los vecinos, que piden que se adopten medidas para frenar el vertido de escombros y otros problemas de este rincón de Madrid.
Fuente: El Mundo