Menos mal que a mi padre no le ha pasado nada. Yo me llevé la peor parte, pero no importa; todo ha quedado en un susto». Así explica a ABC el robo que sufrieron la madrugada del lunes en el restaurante chino que regenta su familia, del mismo origen, situado en la calle de Villalonso (Villaverde).
Estaban a punto de echar el cierre y en el local solo estaban los dos. Él prefiere omitir su nombre. Hacían el recuento de la tranquila jornada, la última del Puente de la Constitución.
Eran las 00.15 horas cuando, de súbito, según su relato, irrumpieron en el establecimiento denominado Sol tres encapuchados. Eran jóvenes, dice que veinteañeros y por su acento, españoles. De inmediato, se dirigieron a ellos y utilizando como arma intimidatoria los brazos, comenzaron a dar puñetazos.
El hijo del dueño fue alcanzado por uno tan fuerte que le dejó aturdido por completo y le hizo caer al suelo.
«Enseguida pude reaccionar. Me preocupaba que le hicieran algo malo a mi padre, que tiene 6o años. Pero por suerte, no llegaron a más, indica la víctima que sufrió contusiones por el golpe sin importancia Al final, los cacos se llevaron toda la recaudación de la jornada, unos 900 euros, y se marcharon con el botín a toda prisa.
«Aunque asustados, respiramos tranquilos.
No merece la pena resistirse a un robo, dentro de lo malo el dinero se pierde o se puede recuperar pero otras cosas no», agrega. Por la forma de desenvolverse de los asaltantes, este joven oriental deduce que no era la primera vez que delinquen.
Ayer la familia prosiguió con su rutina y abrió como todos los días el restaurante. Es el primer robo que sufren en las más de dos décadas que llevan instalados en ese lugar.
La Policía Nacional investiga los hechos y trata de detener a los autores.
Fuente: ABC