ePrivacy and GPDR Cookie Consent by TermsFeed Generator Gente de Villaverde: AMIFIVI en el Periódico Distrito Villaverde

AMIFIVI en el Periódico Distrito Villaverde

Asociación que lucha en Villaverde por lograr la total inclusión de las personas con movilidad reducida. Objetivo: acabar con las barreras arquitectónicas

Nuestros lectores saben que en esta redacción damos gran importancia a los temas relacionados con la accesibilidad, pues no hacerlo perjudica de forma inmediata las condiciones de vida de parte de nuestros vecinos. Pues bien, este mes hemos visitado a una asociación que tiene entre sus principales metas acabar con las barreras arquitectónicas y lograr la total inclusión de las personas con movilidad reducida. Nos referimos, claro, a AMIFIVI, Asociación de Minusválidos Físicos de Villaverde.

Nos reciben en su sede Feli Martínez, su presidenta, y Honorio Borrego, colaborador. La primera nos explica que AMIFIVI lleva funcionando en el Distrito 17 años, y enumera alguna de sus actividades más destacadas, como el Certamen Literario “Frida Kahlo”, que lleva ya diez ediciones, o un montón de proyectos con distintos grupos y entidades como Adecco o la Fundación Europea, aunque “por supuesto, y lo más importante, es visibilizar y dar voz a todos los niveles a las personas con movilidad reducida y con problemas de este tipo”, precisa.

El pasado mes de julio esta asociación hacía para nuestro periódico un repaso del Distrito en términos de accesibilidad, al hilo del entonces próximo y hoy superado plazo establecido para el cumplimiento de la Ley General de Derechos de las Personas con Discapacidad y de su Inclusión Social, fijado para el 4 de diciembre, arrojando un diagnóstico claramente negativo. Preguntamos cómo están las cosas a día de hoy, y nos confirman que “igual o peor”. “Nosotros teníamos la expectativa de que con esta ley muchos de los problemas ocasionados por las barreras arquitectónicas iban a desaparecer, pero no ha sido así: el objetivo no se ha cumplido en absoluto”, expone Feli. “Falta mucho por avanzar a nivel de comercios, calles, accesos… Incluso en edificios públicos dependientes de las Administraciones. Por ejemplo, a la hora de realizar eventos, el Centro Cultural Ágata no está adaptado, y muchos compañeros no pueden acceder al escenario, lo que consideramos una forma de discriminación. Tampoco lo están la Escuela Oficial de Idiomas, los colegios o los institutos: la opción que te dan es que te cambian las clases, pero nosotros lo que queremos es asistir a la clase que nos corresponde, y si nos toca una en el tercer piso, poder acceder a ella como cualquier otra persona”.

En este sentido, el porvenir no parece esperanzador: “No solo no se ha cumplido el plazo marcado por la ley, sino que no parece que se vaya a hacer nada al respecto… Al menos en el distrito de Villaverde no hay nada previsto… De hecho, se aprobó en pleno una rampa en San Cristóbal de los Ángeles, y el ‘efecto Montoro’ parece haberla afectado, ya que asistimos a la reunión de Villaverde No se Toca, y una de las cosas en las que se iba a reducir el presupuesto iba a ser en accesibilidad, así que mucho nos tememos que esa rampa, que va desde San Cristóbal de los Ángeles a toda la zona de acceso a la Gran Vía, se la lleve el viento. El hecho es que lleva ya ocho meses de retraso, y no sabemos por qué no se hace”.
Otro eterno problema lo encontramos en el transporte público, que a juicio de nuestros interlocutores sigue igual de mal para las personas con movilidad reducida. “El Cercanías no está adaptado para nada: es el que está peor de los distintos transportes, con todo tipo de problemas de accesibilidad, tanto en los andenes y los trenes como en los accesos. Puente Alcocer es un buen ejemplo de esto. En cuanto al metro, sobre todo sufrimos en el Distrito problemas de mantenimiento: hay bastantes veces que vas a las escaleras mecánicas o al ascensor están rotos… Y a ver qué haces, porque no suele haber ‘opción B’. Igual ocurre en los autobuses con las rampas”.

Otra cosa en la que insiste la asociación es que se consulte a los afectados cuando se vaya a realizar alguna obra o nueva construcción, para evitar errores y malgastar dinero público. “La Administración no consulta para nada, y luego pasa como cuando se hizo la rampa de la [Biblioteca] María Moliner, que una vez realizada tenía un desnivel que no era el apropiado, y bajar con la silla de ruedas era tirarte a la carretera directamente. Al final, después de muchísimo tiempo, logramos que se nos tuviera en cuenta, y es un problema que se podría haber evitado consultando”, razona Feli. Honorio nos da otro ejemplo: “los pasos de cebra rebajados, donde tienes un bordillo que para una persona sin problemas de movilidad es indetectable, pero que a una persona en silla de ruedas le impide subir. Prácticamente en todos los pasos de cebra hay este problema, y se supone que son accesibles… Otro ejemplo son los nuevos contenedores, inutilizables para muchas personas con movilidad reducida”. Feli resume: “Deberían consultar y tomar estas cosas en cuenta para todas las obras. Hay que asegurarse de que algo es realmente accesible, no solo en teoría, y asociaciones como la nuestra podemos ofrecer soluciones”.

Pero no todo es negativo, pues la insistencia de AMIFIVI también da frutos. “Este año somos comisión a nivel distrital para supervisar la accesibilidad en las ferias y fiestas del Distrito”, nos dice satisfecha Feli. “Sí —confirma Honorio—, el año pasado tuvimos problemas con los servicios, y este año hemos conseguido que nos llamen para dar nuestra opinión”. Otro logro: “insistimos mucho para que hubiera una carroza adaptada en la Cabalgata de Reyes de este año, era sí o sí, y finalmente lo conseguimos. Hay que decir también que nos han apoyado bastante el resto de asociaciones”, reconoce la presidenta.

Evidentemente, siendo el objeto de su actividad tan transversal, AMIFIVI colabora con asociaciones y entidades de todo tipo. En este aspecto, cabe destacar que han presentado —y ha sido aprobado— un proyecto de empleo para personas con discapacidad para el Centro de Iniciativas Vecinales y Desarrollo de San Cristóbal, “y estamos ahí también colaborando para que el centro salga adelante, y por supuesto para que se adapte, porque aún no lo está”, apunta Feli, demostrando una vez más que en Villaverde hay una asociación que vela por la accesibilidad a todas partes para las personas con movilidad reducida. Sería una buena noticia, si no fuera porque no es noticia: llevan 17 años haciéndolo. Buen trabajo, compas.

ROBERTO BLANCO TOMÁS

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