El Domingo 18 de marzo el barrio de Villaverde Alto, amaneció entre el estruendo de un camión «de gran tonelaje» –según describen desde la Jefatura de Policía a un furgón de recogida de basura– alunizando contra dos portones de unos grandes almacenes de mercancía tecnológica ligada, principalmente, a la telefonía móvil.
El primero de estos choques se produjo en la esquina que hace la avenida Real de Pinto con la calle Resina, mientras que el segundo ocurrió a la altura del número 5 de la calle Montejo. Se trata de dos puntos muy cercanos del mismo polígono, el conocido como la Colonia Marconi, que de hecho correspondían a dos entradas a la misma nave.
En la calle Montijo, después de hacerse con el género deseado, los delincuentes abandonaron el vehículo empotrado para, seguidamente, cargar todos los objetos robados en dos coches de alta gama dos BMW, en concreto, un X5 y un X6 y salir a la fuga a gran velocidad. «De inmediato, se ha iniciado una persecución a lo largo de la M-45, pero los agentes no han podido dar con los ladrones, que han conseguido escapar», explican fuentes de la Jefatura de Policía.
Todo esto ocurrió aproximadamente entre las 7:00 de la mañana y las 7:40, lo que demuestra la rapidez con la que actúan estos delincuentes, siguiendo siempre un mismo patrón. No obstante, en este caso destaca la curiosa elección de los aluniceros a la hora de escoger un camión de la basura para entrar por la fuerza en la nave en cuestión: «Por supuesto, se trataba de un vehículo robado», aclaran las mismas fuentes policiales.
Con los autores de los dos alunizajes huidos y, por tanto, sin identificar, queda esperar que las autoridades avancen en las investigaciones que comenzaron en la misma jornada de los hechos: «Tras la carrera fallida por la M-45, acudieron al lugar de los hechos varios agentes de la Policía Científica para analizar las pruebas de los alunizajes, siendo fundamental el camión que dejaron allí», explican desde la Jefatura. En los últimos años, la atención de estos asaltantes se ha desviado de las joyerías y sucursales bancarias a las tiendas y almacenes de productos tecnológicos, pues sus mercancías son más populares y ligeras.