La elección de La N@ve para acoger el I Foro Mundial sobre Violencias Urbanas no ha sido lo más aplaudido, ni por parte de los asistentes ni por la de ciertos sectores las fuerzas de seguridad que cubrieron el evento.
Además, la masiva afluencia de visitantes complicó los accesos hasta el punto de que se llegaron a presenciar esperas de más de dos horas para obtener la acreditación, a pesar de estar previamente registrado.
Además, la masiva afluencia de visitantes complicó los accesos hasta el punto de que se llegaron a presenciar esperas de más de dos horas para obtener la acreditación, a pesar de estar previamente registrado.
El miércoles 19 de abril se inauguró el I Foro sobre las Violencias Urbanas, que además de los halagos tras los actos y debates, ha recibido ciertas críticas por los evidentes problemas de organización que se sucedieron desde pasado el mediodía hasta bien entrada la tarde. Por un lado, la masiva afluencia de ciudadanos con ganas de intervenir supuso un colapso en los tornos de acceso que obligó a los asistentes que no tuviesen acreditación previa a esperar hasta pasadas las 17:30 horas. Una vez pasados los tornos de seguridad, las colas y las esperas a más de uno y de una se le hicieron eternas. Fallos informáticos, impresoras sin tinta que restrasaron las listas, cruce de datos... muchos se dieron la vuelta y volvieron a casa.
A eso se le sumó que, debido a las medidas preventivas de seguridad en torno al Rey Felipe VI que acudía a inaugurar el evento, todo aquel que no estuviese dentro de las instalaciones antes de las 16:00 horas se vio obligado a permanecer en la calle, tuviese o no su identificación al cuello. Desde un embajador hasta un alto cargo del Ministerio de Empleo, nadie pudo acceder al interior hasta la salida, hora y media después, del Rey.
Fuentes de la Policía Municipal criticaron la elección de este recinto por parte de alcaldesa de Madrid para un evento de estas magnitudes, existiendo emplazamientos de sobra conocidos por los servicios de seguridad tanto de Policía Municipal como de Casa del Rey. A pesar de que no es la primera vez que su majestad acudía a la antigua fábrica Boetticher, el espacio de Villaverde "no parece el adecuado", según fuentes policiales consultadas por Madridiario. En esta ocasión, a los 2.000 asistentes se sumaba el "amplio número de personalidades internacionales" –se van a dar cita 100 representantes de instituciones mundiales-. "Ifema o Casa de Campo" planearon como opciones mucho más "acertadas" y cómodas a la hora de llevar a cabo su trabajo.
Entre aquellos que se quedaron a las puertas del evento, se encontraba un nutrido grupo de asistentes y representantes de stands que habían salido a comer y habían tardado más de lo previsto debido a que, ante los pocos restaurantes y cafeterías de la zona, tuvieron que desplazarse a calles muy retiradas del evento. La guinda del pastel se la lleva la falta de plazas de aparcamiento, pues en torno al terreno las existentes son sumamente limitadas.
A eso se le sumó que, debido a las medidas preventivas de seguridad en torno al Rey Felipe VI que acudía a inaugurar el evento, todo aquel que no estuviese dentro de las instalaciones antes de las 16:00 horas se vio obligado a permanecer en la calle, tuviese o no su identificación al cuello. Desde un embajador hasta un alto cargo del Ministerio de Empleo, nadie pudo acceder al interior hasta la salida, hora y media después, del Rey.
Fuentes de la Policía Municipal criticaron la elección de este recinto por parte de alcaldesa de Madrid para un evento de estas magnitudes, existiendo emplazamientos de sobra conocidos por los servicios de seguridad tanto de Policía Municipal como de Casa del Rey. A pesar de que no es la primera vez que su majestad acudía a la antigua fábrica Boetticher, el espacio de Villaverde "no parece el adecuado", según fuentes policiales consultadas por Madridiario. En esta ocasión, a los 2.000 asistentes se sumaba el "amplio número de personalidades internacionales" –se van a dar cita 100 representantes de instituciones mundiales-. "Ifema o Casa de Campo" planearon como opciones mucho más "acertadas" y cómodas a la hora de llevar a cabo su trabajo.
Entre aquellos que se quedaron a las puertas del evento, se encontraba un nutrido grupo de asistentes y representantes de stands que habían salido a comer y habían tardado más de lo previsto debido a que, ante los pocos restaurantes y cafeterías de la zona, tuvieron que desplazarse a calles muy retiradas del evento. La guinda del pastel se la lleva la falta de plazas de aparcamiento, pues en torno al terreno las existentes son sumamente limitadas.
Fuente: MadridDiario
