Las AMPAS de los colegios e instituto y AVIB, solicitamos el pasado mes de diciembre una reunión de carácter urgente para que los responsables de Educación nos dieran sus explicaciones acerca de por qué el IES JUAN RAMÓN JIMÉNEZ no iba a ver finalizadas las obras en tres fases, debido a la publicación de la licitación de la 3ª fase de las obras durante el mes de noviembre y haber comprobado que, efectivamente, nos faltaban aún 200 plazas para dar por concluida la construcción del centro.
La reunión se celebró finalmente el pasado 13 de febrero en la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid, con representantes de AVIB, las AMPAS de Ausiàs March, Los Rosales, Europa, y el instituto Juan Ramón Jiménez; y asistieron también las directoras de todos los centros, convocadas por la DAT, así como la directora de la DAT Centro, Belén Aldea y dos miembros de su gabinete.
En la reunión nos confirmaron que en esta 3ª fase, cuyo inicio de obras lo tienen previsto para marzo, se terminaría solamente el gimnasio y se habilitarían 4 aulas más y 4 seminarios destinados a despachos o actividades de uso similar. Las 8 aulas restantes que faltarían para completar las 34 que conformarían el instituto una vez acabado, quedarían pendientes para una 4ª fase.
Las razones expuestas para romper una vez más su compromiso de finalizar las obras en 3 fases, se resumen en que no tienen intención de construir más aulas de las necesarias para cada curso, sin menoscabo de la calidad de la enseñanza ya que consideran que las obras no tienen por qué interferir en el día a día de los estudiantes, también en ajustar los presupuestos anuales al máximo posible y en que, según ellos, no tiene sentido ejecutar acciones a largo plazo sin saber si el próximo año seguirán o no en su cargo actual. Cuando se les preguntó si la política de construir según las necesidades de cada curso podría significar que se ampliara a una 5ª fase el plazo para acabar el instituto, confirmaron que efectivamente esa posibilidad estaba sobre la mesa.
¿Cómo puede ser que un centro que tendría que estar construido hace años y del que manifestaron verbalmente la intención de realizarlo como máximo en dos fases, devenga finalmente en esta situación, en la que ni siquiera son capaces de asegurarnos 4 FASES?
Nos parece una falta de respeto absoluta y una burla constante a los vecinos y padres que todos los años seguimos pendientes de sí llegarán o no a tiempo a terminar las obras.
Si la Consejería cree que recibir enseñanza entre escombros, ruidos, grúas, con constantes cortes de luz, calefacción, wc que no funcionan, etc., redunda en una mayor calidad educativa, desde luego lo están consiguiendo.
Y todo esto, realizado en infinitas fases, cuyo coste total nos gustaría que alguna vez fuese aclarado, ya que como gestores públicos deberían aportar esta información y demostrar que la construcción de las infraestructuras básicas y necesarias por fases, es más barata que construirlo de una sola vez.
Durante la reunión se planteó, y no por primera vez, la necesidad de un nuevo instituto en el barrio ya que para el año 2018, cuando se incorporen los alumnos del Ausiàs March, el actual no tiene capacidad para absorber la demanda de todos los colegios del barrio. En ese aspecto, la DAT está convencida de que el Juan Ramón Jiménez puede atender sobradamente las necesidades escolares de todo el barrio. Esperamos que los datos que manejan no sean los mismos que les llevaron a pensar que con un solo colegio solucionarían la oferta de escolarización de la zona, colegio que tuvo que ser ampliado en sucesivas fases y aún así, se tuvo que construir un segundo centro.
El instituto, si algún día se llega a finalizar, constará de 34 aulas de las cuales 6 se destinarán a bachillerato. En el momento en que tengan que atender la demanda de los tres centros adscritos (Rosales, Greco y Ausiàs March) se encontrarán con la necesidad de escolarizar a nueve grupos cada año. Contando con el aumento de la ratio tal vez podrían agruparlos en ocho grupos si no fuera porque el IES pasaría a ser bilingüe y tendría que diferenciar los grupos bilingües de lo no bilingües, teniendo prioridad los alumnos del Ausiàs March dado que el Juan Ramón Jiménez sería su única adscripción y dejando a los alumnos del resto de los colegios del barrio pendientes de un proceso de baremación que determinará si se les concede o no plaza. Para la directora de área no hay motivo de preocupación pues según sus datos la plaza está garantizada para todos los alumnos de los tres centros adscritos.
En realidad los datos que manejamos todos son los mismos y las reglas matemáticas se aplican por igual. Si a la Consejería de Educación le salen las cuentas es porque, tal y como nos dijeron en reuniones anteriores, cuentan con que un elevado porcentaje de alumnos abandonen los estudios antes de finalizar la ESO.
Es indignante que la Consejería planifique dando por sentado que la tercera parte de nuestr@s hij@s están abocad@s al fracaso escolar. Y es además peligroso si tenemos en cuenta que lo hacen avalados por las mismas estadísticas que les hicieron calcular que un colegio de linea dos era suficiente para el barrio cuando la realidad se impuso y les obligó por fin a aceptar que necesitábamos siete lineas. Esa misma realidad es la que nos hace pensar a nosotros que este instituto no tiene capacidad para abastecer la demanda de todo el barrio.
Al ponerles en conocimiento que próximamente se entregarán un importante número de viviendas a familias probablemente consolidadas lo que supondría un aumento en el número de solicitudes de plazas sólo supieron contestarnos que no formaba parte de sus funciones vaticinar si la llegada de nuevos vecinos implicaría o no que se necesitaran más plazas escolares.
Tampoco tienen previsto construir un instituto de formación profesional de grado medio en el distrito de Villaverde, aunque reconocen que es el único distrito que carece de él, porque según sus datos no hay demanda, quien desee seguir esos estudios puede acudir a otros distritos y fundamentalmente, porque nunca han valorado la posibilidad de construirlo.
El único compromiso arrancado en la reunión fue admitir para el curso 2017/18 a los alumnos del centro Europa que deseen matricularse en bachillerato en el instituto Juan Ramón Jiménez, pero sin realizar una adscripción directa al mismo ya que las éstas se limitan a las enseñanzas obligatorias y el bachillerato no lo es.
Como veis, la situación educativa en el barrio sigue sin resolverse de una manera clara, y, o nos plantamos de una vez por todas, o con la llegada de todos los vecinos a los nuevos desarrollos urbanísticos que ya están en marcha, tendremos una situación preocupante, equiparable a la que vivimos hace 10 años cuando se empezaron a entregar masivamente los pisos en todo el barrio de Butarque.
Fuente: AVIB