Agentes de la Policía Nacional han detenido a cuatro personas, tres mujeres y un hombre, como presuntos responsables de nueve delitos de hurto y robo con violencia e intimidación. Los arrestados, a través de páginas de compraventa en Internet, contactaban con sus víctimas haciéndose pasar por compradores interesados en el producto ofertado tratándose todos ellos de teléfonos móviles de alta gama. Tras acordar la cita para la venta, arrebataban el terminal y huían a la carrera.
La investigación comenzó cuando los agentes tuvieron conocimiento de varias denuncias recibidas por la sustracción de teléfonos móviles mediante el hurto o la intimidación en el distrito de Usera-Villaverde. En todas las denuncias se hacía constar que los autores contactaban con personas que tenían teléfonos de alta gama anunciados en diferentes páginas de venta de productos de segunda mano y, tras concertar una cita con los vendedores, les sustraían el teléfono móvil que pretendían vender.
Tras analizar las denuncias, los agentes constataron que se encontraban ante un grupo delictivo que siempre actuaba con el mismo “modus operandi”. Las víctimas quedaban con el comprador y les enseñaban el teléfono móvil que quería vender. Una vez que el comprador cogía el teléfono para comprobar el buen estado del mismo, huía a la carrera guareciéndose en un domicilio cercano, sin tener posibilidad de darle alcance la víctima. En algunas ocasiones, cuando la víctima oponía resistencia, no dudaban en emplear la violencia.
Tras varias gestiones, los policías procedieron a la identificación de los presuntos autores y procedieron a su detención.
Lazos de amistad
Los detenidos formaban parte de un grupo criminal conformado por tres mujeres y un hombre, a los cuales les unía una relación de amistad y tenían una labor concreta en la organización. Mientras las mujeres normalmente contactaban con las víctimas, el hombre hacía de guarda espaldas y siempre las acompañaba en sus citas, llegando a emplear la violencia cuando las victimas se resistían.
La investigación ha sido llevada a cabo por agentes de la comisaría de Usera-Villaverde pertenecientes a la Jefatura Superior de Policía de Madrid.