La presión de los socios europeos y el acoso de los mercados han podido con la resistencia del Gobierno, que hasta hace unas semanas insistía en su deseo de buscar alternativas al acelerón reclamado por Bruselas en el retraso de la jubilación. Según ha revelado Mariano Rajoy durante su comparecencia en la que ha anunciado los recortes para ahorrar 65.000 millones, una cifra que por cierto se acerca mucho a los 62.000 millones que se calcula que necesita la banca, el Gobierno revisará la reforma que entró en vigor hace apenas un año y recortará las pensiones.
“Tengo la intención de llevar al Pacto de Toledo un proyecto de ley para acelerar la aplicación del factor de sostenibilidad y abordar el tratamiento de la jubilación anticipada; tal y como establece en su recomendación de la Unión Europea”, ha declarado el presidente este miércoles en el Congreso.
La reforma, aprobada por el anterior Gobierno socialista en marzo de 2010 y que, tras casi un año de tramitación, fue aprobada definitivamente en julio de 2011, retrasa la edad de jubilación de forma progresiva hasta los 67 años. Los primeros en sufrirla serán quienes se retiren en 2013, que lo harán a los 65 años y un mes. A partir del próximo año, el aumento será gradual hasta 2027, cuando entrará en vigor el retiro a los 67. En el mismo periodo y con la misma cadencia se aumenta de 35 a 37 el número de años cotizados para acceder a la pensión completa. Con una excepción: quienes tengan una carrera larga de cotización (38 años y seis meses) podrán retirarse a los 65.
Además, según el proyecto aprobado, a partir de 2027 está previsto que el modelo se revise cada cinco años para asegurar su viabilidad, lo que podría dar lugar a nuevos retrasos de la edad de jubilación. Esta revisión está motivada por lo que se conoce como “factor de sostenibilidad” y es lo que el Gobierno pretende acelerar con el objetivo de adecuar la jubilación a los cambios en la esperanza de vida. Con ello, se persigue garantizar que la ratio de dependencia del sistema (número de trabajadores sobre el de pensionistas) se mantenga en positivo para asegurar la sostenibilidad del sistema. Al adelantarse las revisiones a antes de 2027 podría darse la circunstancia de que también se alargue más la edad de jubilación, que se adelante la entrada en vigor del retiro a los 67 años o el periodo de cómputo, o estos dos últimos factores al mismo tiempo.
En cuanto a la jubilación anticipada, la reforma mantiene este derecho desde los 63 años aunque con un coeficiente de reducción del 1,875% o el 1,675%. Además, se mantiene la posibilidad de retirarse a los 61 años si el trabajador pierde su empleo como consecuencia de una crisis empresarial. En este apartado, el Gobierno apuesta por restringir más el acceso a las prejubilaciones, a la jubilación anticipada y estimular el cobro simultáneo de la pensión mientras se tiene un trabajo.
En España, por el efecto de las prejubilaciones, la edad real de retiro está en los 62,8 años. Según los presupuestos de 2012, este año la Seguridad Social gastará 101.953,8 millones, un 2,9% más que el año anterior.