El importe total destinado a esta convocatoria es de 38.248 euros, frente a los 68.300 del año pasado.
La noticia de este recorte ha caído como un jarro de agua fría entre las asociaciones.
“Muchos proyectos no se van a poder llevar a cabo”, vaticinan desde la asociación vecinal Marconi, esperando “que los grupos políticos lo lleven al Pleno”. José Ramón, de Onda Merlín, abunda en esta idea: “no valoramos en absoluto el recorte de manera positiva, pues esto afecta al desarrollo de muchas asociaciones de un distrito con una necesidad enorme de ayuda para que el tejido asociativo evolucione”, mostrándose convencido de que “va a suponer con total seguridad la eliminación de diversos proyectos asociativos que llevan muchísimos años”.
Desde la Junta de Distrito, se ubica esta medida dentro del escenario general de moderación del gasto ante la crisis. En la reunión informativa mantenida el pasado 6 de marzo, los representantes de la Junta reconocían que “los recursos, hoy por hoy, son escasos”. En cualquier caso, llama la atención una reducción tan grande, máxime cuando los proyectos de las asociaciones complementarán “los objetivos y competencias municipales” o coadyuvarán con dichas competencias.
Mabel, de la asociación vecinal Marconi, apunta otras posibilidades: “hay que recortar por arriba –sostiene–. Me pregunto si son necesarios 129 diputados en la Asamblea de Madrid”. Óscar Agudo, presidente del AMPA del CEIP El Greco y miembro de la FAPA Giner de los Ríos, tiene claro el motivo de este tijeretazo: “se quieren cepillar la participación ciudadana”.
Pedro Tejero, de la asociación de vecinos de Los Rosales, coincide con Agudo: “el movimiento asociativo no interesa”, asegura, y considera esta convocatoria como de “subvenciones para la desdinamización”. En cualquier caso, relativiza este problema comparado con los que ocasionan otras medidas públicas: “yo aceptaría cualquier recorte en las subvenciones si no los hubiera en sanidad, educación o transportes”.
Por el momento, esta medida parece haber provocado un descenso en las solicitudes. Según el Boletín Oficial del Ayuntamiento de Madrid, el año pasado recibieron subvención en el Distrito de Villaverde 33 asociaciones. De este año todavía no tenemos datos definitivos, por encontrarse aún reunida la Comisión de Valoración, pero desde la Junta de Distrito nos aseguran que han presentado proyectos “más de veinte asociaciones”.
Pedro Tejero no duda: “no pedimos subvención porque lo de este año nos parece ya rizar el rizo”. Mabel Díaz, de Marconi, se expresa en sentido similar: “éste es el último año que vamos a pedir”.
En cambio, ASVEYCO sí ha vuelto a solicitar subvención: “no estamos dispuestos a renunciar a derechos”, afirma rotundo Luis Vara.
De todas formas, visto lo visto, parece imponerse la necesidad de cambiar de modelo y encontrar otras formas de financiación que proporcionen mayor autonomía. “Lo ideal sería la autofinanciación, pero no nos es posible”, apunta Verónica, de la Asociación de Vecinos Independiente de Butarque.
Aparte, la autoorganización también encuentra trabas en Villaverde. Un buen ejemplo son las fiestas de Marconi, que siempre han sido costeadas por vecinos y comerciantes, y que este año no serán autorizadas. El motivo: el enganche eléctrico y otros gastos públicos que podría ocasionar, también en la “lógica” de los recortes municipales, según nos comentan desde su asociación de vecinos. Pese a este precedente, la AVIB pretende también que los vecinos organicen este año por su cuenta unas “fiestas populares” en Butarque. Han solicitado los permisos, y confían en que la Junta Municipal no les ponga trabas. Y es que, como bien sabemos en la Comunidad de Madrid, la esperanza es lo último que se pierde.
Fuente: ROBERTO BLANCO TOMÁS
(Periódico Distrito de Villaverde)
