El grupo PSA Peugeot Citroën anunció ayer en París a los sindicatos que congela el lanzamiento previsto en 2014 en su fábrica de Madrid por la necesidad de priorizar inversiones, dentro de su plan de ahorro de costes de 1.500 millones de euros para este año. La suspensión sin fecha del proyecto, que garantizaba carga de trabajo en PSA-Villaverde hasta 2020, deja en el aire el futuro de la factoría, que en la actualidad ensambla todas las versiones del Peugeot 207, cuya retirada del mercado está programada para 2013 (excepto las versiones familiar y C.C.). Las centrales expresaron su temor por la decisión del grupo, que se produce semanas después de anunciar su alianza con la multinacional General Motors (GM).
Los sindicatos con representación en la planta madrileña matizaron que la medida supone un "aplazamiento" y no la cancelación definitiva del proyecto, y apostaron por alargar la vida del Peugeot 207 para mantener la actividad, del mismo modo que se había hecho antes en Francia con el Peugeot 206. No obstante, reconocen que se trata de "una muy mala noticia para nuestros intereses, porque el nuevo modelo significaba la continuidad del centro de Villaverde hasta 2020".
La sección sindical de UGT explicó que la retirada del 207, en sus versiones de 3 y 5 puertas sin el reemplazo del nuevo modelo, implicará la operatividad de un turno de trabajo, cuando ahora hay dos, al reducirse el registro productivo en 40.000 unidades anuales. En ese caso, el excedente puede llegar a 400 de los 2.500 empleados actuales, que pasarían a periodos rotatorios de tres a seis meses en los expedientes de regulación de empleo (ERE) para adaptar los ritmos de trabajo a la demanda de los mercados.
PSA produjo en 2011 en su planta de Madrid 93.000 unidades de las versiones de tres y cinco puertas del Peugeot 207, así como las carrocerías familiar y coupe cabrio (C.C.) del mismo modelo, y para este año la previsión se ha reducido a 56.000 unidades. La retirada de las versiones estándar del 207 dejarían como única producción de la instalación las versiones familiar y C.C., y que representan una cuota mínima en las ventas del modelo.
La suspensión de la adjudicación de este modelo del segmento C, así como el aplazamiento siete meses de la producción de la nueva caja de velocidades DCT en Valenciennes, son consecuencia de la "necesaria priorización de inversiones". El grupo también anunció la constitución de distintos grupos de trabajo que estudiarán los proyectos concretos a desarrollar en el marco de la alianza entre PSA y GM. Así, estudiarán la posibilidad de establecer plataformas comunes para grandes berlinas y monovolúmenes compactos (como el C4 Picasso que se fabrica en Vigo).
Otro grupo se centrará en coches pequeños destinados a los mercados emergentes. Los dos socios desarrollarán también una plataforma de coches pequeños de bajas emisiones y, por último, trabajarán conjuntamente en el programa suspendido de la caja de velocidades DCT.