La Policía Municipal de Madrid ha identificado, entre enero y septiembre de este año, a 1.970 personas en el entorno de la colonia Marconi, siguiendo una orden especial. Esta zona del distrito de Villaverde ha sido un núcleo duro de la prostitución callejera desde hace años. El coordinador general de Seguridad y Emergencias del Ayuntamiento de Madrid, Javier Conde, ha explicado esta mañana que la policía, además de identificar a estas personas, ha detenido e imputado a dos individuos por tenencia de drogas, requisado dos armas y controlados 2.472 vehículos. Los agentes también han llevado a cabo 166 cacheos, 14 minutas en comisaría y han apagado seis hogueras, mientras que Madrid Movilidad ha retirado de las calles del entorno de Marconi nueve vehículos
Conde ha recordado que la orden especial fue aprobada tras una reunión entre representantes del Consistorio y de asociaciones de vecinos y comerciantes, de modo que la colonia Marconi y los polígonos industriales de La Resina y El Gato, en Villaverde, cuentan con presencia policial en tres turnos. Los 195 agentes velan para denunciar infracciones a la ordenanza de circulación, controlar la zona para evitar altercados o que se actúe contra la higiene, cuando por ejemplo se arrojan preservativos en la vía pública.
Los policías también tienen órdenes para evitar que se enciendan hogueras o haya prostitución de menores, algo que, en palabras de Conde, "hasta el momento no se ha encontrado en el entorno". El objetivo de esta orden especial, en definitiva, es alejar la prostitución de las viviendas.
Además del orden especial existe un régimen circulatorio para la zona desde 2005 que restringe el paso de tráfico entre las once de la noche y hasta las seis de la mañana. Los residentes y trabajadores de la zona pueden entrar con un permiso.
A pesar de estas actuaciones, la portavoz de seguridad de IU, María del Prado de la Mata, cree que no se han conseguido por el momento los objetivos. Según Del Prado de la Mata, la avenida Real de Pinto "tiene desde hace cuatro años como única luz la de las hogueras" que encienden las prostitutas para calentarse y con la basura campando por los aledaños de los polígonos, con "condones, botellas vacías y otras con agua, que utilizan las prostitutas para limpiarse después de un servicio".
De la Mata ha remarcado además la situación de los dos polígonos, con un total de más de un millón de metros cuadrados de suelo industrial, donde la actividad económica se ve mermada porque "es difícil ir a trabajar allí", cuando los automóviles que circulan por sus calles "se paran constantemente para preguntar a cualquiera hora por las tarifas". La situación se complica todavía más en las paradas de la línea 79 de autobús.
"Las calles del polígono se han convertido en un gran burdel", algo que sufren los trabajadores y los residentes en las casi 900 viviendas de la colonia Marconi, que tienen que ver cómo se ejerce la prostitución "a poco más de 10 metros de sus casas", ha asegurado la concejala de IU.