Cada vez que pasa por Cercedilla el tren que sube al puerto de Cotos, en la sierra de Guadarrama, los conductores se tienen que armar de paciencia. Las vías se cruzan con la carretera y los coches deben esperar más de cinco minutos a que pase el convoy. Y así varias veces al día. Éste es uno de los 34 pasos a nivel que todavía quedan en la región. Pero tienen los días contados: Fomento planea eliminarlos todos "en los próximos años", según fuentes del Ministerio.
"A estas alturas es anacrónico que haya que interrumpir el tráfico por el trazado de las vías. La tendencia es que en unos años desaparecerán todos", explican fuentes de Adif, la entidad que administra las instalaciones férreas. Ellos son los encargados de ejecutar las supresiones por mandato de Fomento.
Los más conflictivos son los cuatro que cruzan Villaverde Alto, en plena capital. Los vehículos atraviesan las vías sin descanso y, cuando bajan las barreras, tanto los coches como los peatones deben esperar hasta 15 minutos para pasar. Fomento no los quitará a corto plazo, pero sí mejorará su seguridad. A los vecinos no les parece suficiente: "Aíslan el barrio, no basta con que los arreglen, deben quitarlos ya", exige Francisco Pascual, presidente de la asociación vecinal de la zona.
LA BRECHA DE HIERRO DE VILLAVERDE
"Anticuado, antiestético, peligroso...". Los vecinos de Villaverde llevan medio siglo divididos por las vías de una fábrica de coches. "Desde siempre hemos tenido ahí los pasos a nivel. Ya no lo veo ni raro..., pero si lo pienso fríamente están fuera de lugar". Mari Luz, vecina de Villaverde que ronda los 50 años, pasa a menudo por alguno de los cuatro pasos a nivel de su barrio: los que cruzan con las calles Alcocer y Eduardo Barreriros, el paseo de Talleres y el camino de Lenguas. "La verdad es que podían soterrarlos, es sucio y feo", añade.
Por las vías que separan Villaverde Alto de la Ciudad de los Ángeles y el Cruce circulan desde hace medio siglo trenes de mercancías. Estos convoyes transportan los coches que se fabrican en el polígono Talbot hacia las vías convencionales. Cada vez que carga o descarga, el tren interrumpen el tráfico en las calles que vertebran el distrito.
Ahora casi ya no se usan los raíles, pero "es un fastidio tener que pararte y esperar", critica un taxista. "Se hace muy pesado, los trenes van muy lentos y llegas a esperar entre 10 y 15 minutos", explica Eladio, un peatón que también se ve obligado a parar frente a la barrera. A los vecinos les parece "algo de otro siglo", como dice Eliodoro, o "una cosa del tercer mundo que ya no se ve en ningún sitio", como protesta Julia.
Por no hablar del peligro. "En cualquier momento puede haber algún accidente", teme Eliodoro. "A mí una vez se me quedó la silla de ruedas encajada en las vías y los mayores se tropiezan", recuerda Andrés Serrano, de la asociación de discapacitados del barrio, Amifivi.
"A estas alturas es anacrónico que haya que interrumpir el tráfico por el trazado de las vías. La tendencia es que en unos años desaparecerán todos", explican fuentes de Adif, la entidad que administra las instalaciones férreas. Ellos son los encargados de ejecutar las supresiones por mandato de Fomento.
Los más conflictivos son los cuatro que cruzan Villaverde Alto, en plena capital. Los vehículos atraviesan las vías sin descanso y, cuando bajan las barreras, tanto los coches como los peatones deben esperar hasta 15 minutos para pasar. Fomento no los quitará a corto plazo, pero sí mejorará su seguridad. A los vecinos no les parece suficiente: "Aíslan el barrio, no basta con que los arreglen, deben quitarlos ya", exige Francisco Pascual, presidente de la asociación vecinal de la zona.
LA BRECHA DE HIERRO DE VILLAVERDE
"Anticuado, antiestético, peligroso...". Los vecinos de Villaverde llevan medio siglo divididos por las vías de una fábrica de coches. "Desde siempre hemos tenido ahí los pasos a nivel. Ya no lo veo ni raro..., pero si lo pienso fríamente están fuera de lugar". Mari Luz, vecina de Villaverde que ronda los 50 años, pasa a menudo por alguno de los cuatro pasos a nivel de su barrio: los que cruzan con las calles Alcocer y Eduardo Barreriros, el paseo de Talleres y el camino de Lenguas. "La verdad es que podían soterrarlos, es sucio y feo", añade.
Por las vías que separan Villaverde Alto de la Ciudad de los Ángeles y el Cruce circulan desde hace medio siglo trenes de mercancías. Estos convoyes transportan los coches que se fabrican en el polígono Talbot hacia las vías convencionales. Cada vez que carga o descarga, el tren interrumpen el tráfico en las calles que vertebran el distrito.
Ahora casi ya no se usan los raíles, pero "es un fastidio tener que pararte y esperar", critica un taxista. "Se hace muy pesado, los trenes van muy lentos y llegas a esperar entre 10 y 15 minutos", explica Eladio, un peatón que también se ve obligado a parar frente a la barrera. A los vecinos les parece "algo de otro siglo", como dice Eliodoro, o "una cosa del tercer mundo que ya no se ve en ningún sitio", como protesta Julia.
Por no hablar del peligro. "En cualquier momento puede haber algún accidente", teme Eliodoro. "A mí una vez se me quedó la silla de ruedas encajada en las vías y los mayores se tropiezan", recuerda Andrés Serrano, de la asociación de discapacitados del barrio, Amifivi.
Fuente: 20 Minutos