Para ello ha aprobado hoy la Junta el Plan Parcial de Reforma Interior de este ámbito de 68.782 metros cuadrados de superficie en los que se levantarán 550 viviendas.
El Plan Parcial establece dos zonas diferenciadas: una al norte donde se ubica la nave Boetticher, destinada a acoger el Centro de Expresión de Nuevas Tecnologías; y otra al sur que acogerá los usos residencial y terciario.
En esta última zona el Plan Parcial contempla una edificabilidad de 71.533 metros cuadrados, de los cuales 57.226 metros cuadrados serán para residencial, con cabida para 550 viviendas, y 14.307 metros cuadrados para terciario.
Los terrenos contarán con 13.827 metros cuadrados de zonas verdes cuya localización propiciará la continuidad peatonal con otras áreas del distrito de Villaverde.
La situada al este se ha concebido para el ocio y esparcimiento de los vecinos de la zona, mientras que la situada al norte se ha diseñado como antesala y espacio de transición y acercamiento a la nave Boetticher.
En cuanto a los viarios, ocuparán 17.063 metros cuadrados, en los que se incluye un acceso peatonal y en bicicleta desde el ámbito hasta la Gran Vía de Villaverde.
El Plan Parcial reserva dos parcelas, una con uso residencial y otra para terciario donde se ubicará la edificabilidad correspondiente al 10% del aprovechamiento que corresponde al Ayuntamiento.
La parcela residencial tiene una superficie de 1.010 metros cuadrados y una edificabilidad de 3.576 metros cuadrados; la de uso terciario tiene una superficie de 1.080 metros cuadrados y una edificabilidad de 3.576 metros cuadrados.
Ruiz-Gallardón ha recordado que en julio de 2008 se firmó el convenio para la gestión del ámbito, suscrito por la delegada de Urbanismo y Vivienda, Pilar Martínez, y el consejero delegado solidario de la empresa, Marcelino Gil.
Del convenio se derivó la cesión al Ayuntamiento de la antigua nave Boetticher para albergar un Centro de Expresión de Nuevas Tecnologías, la creación de 13.463 metros cuadrados de zonas verdes y de nuevo viario, así como la construcción de 550 viviendas.
La firma del convenio culminó un largo proceso iniciado en 1993 con la declaración de quiebra de la sociedad Boetticher y Navarro S.A.
Tras ello, el único activo con el que contaba la empresa para hacer frente a los derechos de sus acreedores, entre los que se encontraban los más de 200 trabajadores, eran los suelos industriales en que ésta se localizaba, por lo que su transformación se configuró como un factor determinante para hacer frente al pago de las deudas y satisfacer los derechos de los afectados, sobre todo los empleados de Boetticher.
Para conseguir este objetivo, se firmó un convenio inicial en 2003 entre el Ayuntamiento de Madrid y los representantes de Boetticher que estableció las bases para la reordenación del ámbito.
Esto requería la modificación del Plan General, que se aprobó definitivamente por la Comunidad de Madrid en febrero de 2008, una vez que el Juzgado autorizó las actuaciones sobre estos suelos, en el marco del procedimiento de quiebra. EFE